lunes, 19 de diciembre de 2011

Carta a Isabella


Querida hija; Isabella te escribo estas letras desde el fondo de mi corazón, para que sepas que desde el primero momento que te vi, supe que tu serías el amor de mi vida, quien traería alegría y esperanza a mi alma. Aún recuerdo esos lindos ojos, llenos de curiosidad, ternura y amor, que me veían y me hacían sentir el hombre más feliz del mundo. Ahora ya con más de un añito, esos ojitos dulces aun me inspiran lo mismo, y aun más, te has convertido en el motivo de mi lucha y en ganas de salir adelante. Te agradezco por todos estos bellos momentos, sabiendo que cuando leas esto, estarás forjando tu propio porvenir, el cual espero y deseo desde lo más profundo, sea de éxito y felicidad. La juventud es el tiempo preciso para comenzar a forjar y acentuar los valores que nos acompañaran a través de la vida; valores los cuales amparados en la buena voluntad y la certeza de hacer bien las cosas, sin duda te darán frutos y logros hermosos, no olvides que la vida la construye cada uno de nosotros y tu más que nadie serás una mujer capacitada e inteligente. Nunca olvides que siempre me tendrás a tu lado cuando lo precises y siempre serás mi gordita pechocha, Te ama profundamente tu padre.

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