viernes, 11 de febrero de 2011

FELIZ TERCER MES ISABELLA

Mi Bella:


Así de simple, sencillo y sin vueltas: ¡¡¡TE AMO!!!

No sé qué hubiese sido de mi vida si tú no hubieses asomado tu carita al mundo. Fuiste deseada, querida desde el embrión, para mí la más hermosa de las bebas.

Siempre contare contigo para todo, en cualquier circunstancia. Tu actitud ante la vida me enorgullecerá profundamente porque, querida hija, superaras cualquier enseñanza que yo pueda darte.

Eres emocional y cerebral a la vez. No sientes temor a expresar tus opiniones aunque sepas que pueden ser mal recibidas o compartidas (porque cuando me vez ya comienzas a putearme, como dándote cuenta las hueva……..que hago). Serás fiel a tus principios y convicciones.

Con eso se nace. Nadie se hace de ese modo. Tienes buena madera, Bella. Heredada, probablemente, de tu padre y de tu madre. Lamento, como te dije muchas veces, no haberte dado la familia bien constituida que merecías o que merece todo hijo. Pero, mi cielo, las cosas se dieron de este modo y yo intenté por todos los medios rellenar los agujeros que pudieran aparecer. Sé que no lo conseguí del todo y sólo en parte, pero se que falta poco para estar juntos como una familia de nuevo, eso te lo prometo, y no te fallaré nunca.

De todos modos, sabes que hice lo mejor que pude, llevada de esa mano invisible que tiende el amor. Hoy transito mi vida más tranquila. Tengo el convencimiento de que mi tarea contigo fue sembrar confianza, seguridad, algunos conocimientos (que tu te encargaste de ampliar, obviamente), y sé que viviré en tu recuerdo como mis padres viven en los míos. Porque es la ley de la vida, querida, que los mayores dejemos espacio a los menores. ¿Te digo algo más? ESTOY SUMAMENTE ORGULLOSO DE TENERTE COMO HIJA.

Y termino esta nota con una declamación de cariño, así como la empecé: TE AMO.

Olvide el motivo de esta carta, Feliz tercer mes ISABELLA te amo demasiado.


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